Queridos amigos de la industria de la hospitalidad,

En primer lugar, estoy muy sorprendida y honrada de haber sido reconocida en este Mes Skål.

Creo firmemente que estos dos últimos años, todos hemos sido retados y todos hemos superado este duro período. 

La ciudad de Québec también se ha visto muy afectada. Cuando un destino mundialmente conocido como el nuestro se ve afectado de repente, el crecimiento que se había producido durante décadas se desmorona, y todos nos perdemos. El destino se quedó con 15 hoteles abiertos de 235 alojamientos durante varios meses y tuvimos una tasa de ocupación del 2% durante meses. Todos pasaron por ello, y ahora estamos volviendo a tener una actividad algo más regular. 

Mis padres, Gisèle y Jacques Robitaille, junto con mis hermanas Nancy, Marlene y yo, no podíamos esperar a que nuestros estimados clientes volvieran a una de nuestras 7 propiedades. Necesitábamos forzosamente un plan, ya que más de 500 empleados y la supervivencia de 7 hoteles dependían de nosotros. La prohibición de todas las actividades, los horarios de cierre y la clausura de todos los negocios no esenciales también estaban golpeando duramente a nuestra región. La familia se sentó y, como equipo, decidimos que podíamos ofrecer con seguridad una alternativa a las parejas, familias e individuos para que vieran un atisbo de vida normal. 

La mayoría de nuestras propiedades tienen piscinas y terrazas. Estas habitaciones con balcón siempre han sido una característica de venta para nosotros y esto resultó aún más real durante la pandemia. Todo nuestro personal tuvo que estar a bordo, y estamos sobre todo orgullosos de ello, ya que trabajamos en equipo y pudimos organizar conciertos y espectáculos para los huéspedes del hotel. 

Con el desarrollo de las medidas de seguridad y sanitarias junto con el departamento de salud local y la policía, pudimos tener más de 100 eventos de cena y espectáculo. Fue maravilloso ver un atisbo de vida real a través de los comentarios de nuestros clientes, que decían que era un soplo de aire fresco en estos tiempos difíciles. Vimos a la gente bailar, cantar, reír y llorar en sus balcones. Conseguimos que más de 70.000 personas vieran el espectáculo en directo cuando todo estaba cerrado. Durante todo el proceso, pudimos mantener todas las medidas sanitarias e incluso ofrecer transmisiones de vídeo en directo a las habitaciones sin balcones. Podían ver el espectáculo en la pantalla y, sin duda, también oírlo a través de los pasillos. 

Todo esto se debe a nuestro personal, que creyó en nosotros y nos ayudó a hacerlo posible. 

Perdimos dinero a lo largo de Covid, incluso con esta actividad innovadora, ¡por supuesto! Bandas del calibre que tuvimos, ¡no son baratas! Pero pudimos dar esperanza a mucha gente, mantener a nuestro personal trabajando y ayudar a que nuestro destino siguiera vivo. 

He sido miembro de Skål International durante los últimos 10 años, y aunque soy el único miembro de Skål International de nuestra organización familiar, durante estos dos últimos años, hacer negocios entre amigos nunca ha sido más acertado. El club de Québec mantuvo reuniones virtuales, debates y, básicamente, saber que siempre había alguien para escuchar tuvo un efecto tranquilizador para mí. Muchos de mis Skålegas estaban allí para desahogarse, escuchar, inspirar y motivar. Creo que todos somos más fuertes juntos después de compartir estos tiempos difíciles.

Lo hicimos porque queríamos mantener la llama encendida en nuestra familia, pero también para nuestra industria y nuestro personal. Vosotros, mis queridos Skålegas, habéis hecho esto a vuestra manera incluso desde antes de la pandemia. 

En nombre de todo nuestro personal y de mi familia, me siento muy emocionada y privilegiada por haber sido reconocida y considerada por mi club. No puedo ni empezar a dar las gracias. 

Por último... Cómo no podría agradecer este honor diciendo:

A los compañeros Skålegas de todo el mundo:  

¡Felicidad, buena salud, amistad, larga vida, Skål!

Annie Robitaille

Skålega del Mes - Abril'22